lunes, 21 de agosto de 2017

¿De qué puto éxito hablan los secesionistas?

(Quiero aclarar que cuando hablo de Mossos me estoy refiriendo a los altos mandos de este cuerpo policial autonómico que últimamente ha sufrido el descarado golpe de mando para convertirlo en una especie de policía política orwelliana al servicio de los independentistas, no a los agentes que son los auténticos héroes y los que realmente merecen nuestro más sincero respeto y admiración, pues son los que se juegan el pellejo ante individuos sin escrúpulos dispuestos a todo para destruir nuestra forma de vida en libertad)


A medida que se van conociendo detalles de los atentados de Barcelona y Cambrils, parece cobrar fuerza la teoría de que los mandos político-secesionistas de Mossos d’Esquadra ocultaron información de la explosión de Alcanar para no perjudicar a su puto proceso de mierda.
Se ve que por eso trataron la explosión de la vivienda del municipio de Tarragona como un asunto doméstico en vez de cómo un tema de terrorismo, ya que en el primer caso la competencia la tiene el cuerpo policial autonómico mientras que si se trataba de un asunto de terrorismo los Mossos deberían haber dado parte al resto de cuerpos de seguridad del Estado, que hubieran asumido la investigación.

Pero más escandaloso que la creciente certeza de que si los mandos de Mossos no hubieran disfrazado la explosión de Alcanar, aun siendo evidente de que se trataba de un laboratorio de fabricación de explosivos, se hubieran ganado unas horas cruciales de investigación que podrían haber evitado los muertos de Barcelona y de Cambrils, es que esos mismos secesionistas, sus cargos policiales puestos a dedo para desobedecer las leyes, los cargos políticos secesionistas que tenemos por desgracia al frente de Cataluña, los cargos del entramado mafioso que les gravita, los perros que hacen de periodistas en esa mierda de medios que sobreviven con dinero público que debería ir destinado a políticas sociales, y a la gentuza de la calle y las redes que les revolotea como moscas alrededor de la mierda aun sabiendo que están perjudicando gravemente a Cataluña; lo que resulta más escandaloso, repito, es que esos mismos secesionistas que quieren sacar rendimiento político incluso a los muertos provocados por su ineptitud gestora, se hayan puesto de acuerdo para repetir como vulgares bots que la muerte de 14 personas ha sido un gran acierto que demuestra que Cataluña ya es un estado independiente.
Si no fueran unos auténticos hijos de hiena manipuladores de pacotilla, lo primero que deberían pensar estos gusanos sin cerebro es que, justamente, si la Generalitat ha podido llevar a cabo todas esas actuaciones tan ‘exitosas’, según ellos, es por la amplia autonomía que disfrutamos en Cataluña, incluida la misma policía que, por lo demás, y por mucho que quieran vender otra cosa, se debe al Ministerio del Interior y a las leyes de España.
Si son tan independientes, no sé qué independencia piden, ¿o es que acaso son totalmente subnormales y no saben qué reivindican? Y es que resulta tan asqueroso comprobar que esos mismos de la estelada que hasta hace dos días decían que los Mossos eran una policía española plagada de expolicías nacionales y guardias civiles salen ahora presumiendo de policía de país independiente, que uno se da cuenta de que los secesionistas son los auténticos enemigos de Cataluña.





¿Pero de qué puto éxito hablan estos secesionistas si saben de sobra que si no explota la casa de Alcanar los terroristas hubieran hecho una escabechina brutal en Barcelona (quizá el mismo 11-S) y que, aún así, consiguieron cargarse a 13 personas en el centro de la capital del next state in Europe? De qué puto éxito hablan, ¿de que los terroristas se pudieran saltar los controles de seguridad y atentar también en Cambrils? De qué puto éxito hablan, ¿de ir a Ripoll a inaugurar la mezquita del imán que radicalizó a los terroristas a soltarles el discursito de que ellos serán imprescindibles en el futuro nuevo estado? De qué puto éxito hablan, ¿de no hacer caso a las advertencias de un inminente atentado en Barcelona? ¿De no colocar los elementos de seguridad aconsejados? ¿De pactar con un partido, la CUP, que justifica el atentado porque dicen que es una reacción al fascismo capitalista? ¿De invitar a terroristas a dar discursitos en el Parlament?
¿De qué puto éxito me están hablando los secesionistas?

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sábado, 19 de agosto de 2017

El terrorismo y los secesionistas

No hace falta echar la vista muy atrás para confirmar que el secesionismo en España siempre ha estado más bien al lado de los terroristas que de los afectados por el terrorismo.
Sin ir más lejos, los grupos terroristas más activos en España durante estos últimos años han sido secesionistas: ETA (vascos) y Terra Lliure (catalanes), a los que podríamos añadir Resistencia Galega (gallegos), que continuamente han recibido la comprensión del propio secesionismo político pues, no obstante, defienden las mismas tesis y hojas de ruta.

No hace tantos días veíamos el mediocre homenaje que desde las instituciones gobernadas por secesionistas se les brindaban a las víctimas de Hipercor, en Cataluña. Y es que, tal vez, cabría recordar a esos que tienen memoria histórica de pez que el actual gobierno procesista catalán está sostenido por la CUP, un partido que justifica todos y cada uno de los atentados del Daesh bajo la excusa de que son una reacción a la opresión de Occidente; o que Carme Forcadell, la presidenta del Parlament de Catalunya, y anteriormente también de la ANC, invitó al etarra Otegi al Parlamento de Cataluña, y que fueron los propios medios de comunicación que viven de las subvenciones concedidas por los secesionistas de la Generalitat, y sus comentaristas o pitbulls estrellas, los que salieron en su defensa, ante las críticas recibidas, catalogando al exjefe etarra como merecedor del Premio Nobel de la Paz.
Por si alguien sigue pensando que el nacionalismo catalán no trata bien a los terroristas secesionistas, podemos recordar algunos cargos en los que han sido colocados varios simpatizantes del terror, como el actual presidente de la ANC, Jordi Sánchez, o el director de la encuesta CEO, Jordi Argelaguet.


No es descabellado suponer entonces que, ante tanto compadreo con el terroristamo ibérico, los mandatarios secesionistas hayan caído en un exceso de confianza pensando que los terroristas de más allá iban a ser tan coleguitas con este pueblo tan oprimido como el suyo, y no iban a atentar nunca aquí, a pesar de que Cataluña es una de las regiones con más riesgo de radicalización yihadista.
Debe ser por eso que no hicieron caso al aviso de los servicios secretos españoles y extranjeros alertando sobre un inminente atentado en Barcelona, ni hicieron caso del Ministerio de Interior cuando aconsejó poner maceteros, bolardos, o elementos contundentes que pudieran frenar el modus operandi que últimamente habían adoptado los islamistas en las zonas de afluencia masiva de ciudadanos, o que por eso prefieren conspirar alrededor de una buena paella en el apartamento de Rahola antes que estar pendientes de la seguridad de los ciudadanos a los que dicen servir y acudir a las reuniones del pacto antiterrorista.

Sí, tal vez todo este cúmulo de despropósitos se deba a una desgraciada casualidad y no a la dejación de funciones, pero lo que no es ninguna casualidad es que, desde que se iniciara el llamado proceso independentista, la Generalitat haya relevado a los cargos de la policía autonómica (y a otros funcionarios) que no estaban dispuestos a desobedecer las instrucciones del Estado y poner en riesgo a los catalanes.

¿Es posible que los secesionistas de la Generalitat (PDECAT, ERC y CUP) no hicieran caso de todas estas advertencias porque pensaban que iban encaminadas a perjudicar a su proceso?


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