El pasado martes 18 de julio
de 2017, los secesionistas pudieron añadir un nuevo capítulo (esta vez en
formato audiovisual porque se ve que los tiempos cambian) a esos peculiares Protocolos de los sabios de Sión que
llevan años creando contra España y contra los españoles, y de los que, entre
otros, también forman parte los famosos Espanya
ens roba, o la penosa pero pretendida superioridad intelectual
(mantendremos las formas y aguantaremos la risa), que dicen poseer los de la
estelada respecto al resto de ciudadanos de la nación.
Se supone que el documental Las cloacas de Interior va dirigido a
destapar cierta corrupción policial (de otra forma no se entiende la inclusión
del caso GAL), pero lo que subyace, y así lo recalcan todos los medios que
viven de las subvenciones de la Generalitat que lo han comentado en sus
columnas, es la existencia de una trama policial específica para atacar a los secesionistas,
la famosa Operación Cataluña, afirmación curiosa por parte de los sherpas de
los secesionistas pues en todo el documental solo se cita una vez ese ‘concepto’
en boca de una periodista de Público que va dando su opinión sobre diversos
temas pero, como es propio de ese panfleto, no aporta prueba alguna. De hecho, losmismos policías que aparecen en el publirreportaje han negado siempre laexistencia de una ‘operación’ de ese tipo, y cabe recordar que la comisión de
investigación llevada a cabo en el Congreso, en la que también intervinieron
los salvapatrias estelados.
Las
cloacas de Interior es una especie de documental aburrido en
casi tres cuartas partes, y no aporta prueba alguna para demostrar lo que da a
entender. De hecho, todo lo que se dice es algo que ya sabíamos, que en algún
momento de los últimos años había salido a la luz pública, por lo que no se le
puede definir como documental de investigación sino a lo sumo como un vulgar
‘corta-pega’ de cosas inconexas colocadas donde más interesa.
Varias cosas llaman la
atención, aparte de eso: la primera, que el espacio de TV3, Sense Ficción (literalmente en
castellano Sin Ficción, aunque en
catalán juega con la sonoridad de Ciencia Ficción, es decir, que contrapone
algo inventado –ciència ficció- con
algo del todo cierto –sense ficció-.)
emita un documental en el que lo primero que se nos muestra sea un supuesto
alto cargo del Ministerio del Interior con el rostro cubierto como si fuera una
especie de Anonymous art déco, que no
da su nombre. ¿Quién nos asegura que en realidad no se trata del propio Puigdemont
con la voz distorsionada? Vale, entendemos que no es él porque habla un
castellano correcto pero el caso es que puede ser cualquiera, y eso, en periodismo
de supuesta investigación, es ciencia ficción no algo ‘sin ficción’. No es lo
único, parecido en gravedad es que solo se aporten las declaraciones de ciertos
expolicías a los que se les presupone cierta honorabilidad, que seguro que
tienen pero que también es posible que no tengan dado que no aportan pruebas
concluyentes, con lo que sus declaraciones se convierten en algo parecido a una
opinión, cumplimentadas con afirmaciones categóricas de una voz en off y ciertos
periodistas que siguen sin basarse en pruebas concluyentes sino en vulgares
conjeturas.
Seguramente, los expolicias
que aparecen en el documental son los grandes perjudicados de todo este show business, pues, partiendo de la
loable intención de denunciar cierta corrupción policial, son utilizados para
tratar de convencer de otra cosa no tan bien intencionada.
Como hilo argumental, Las cloacas de Interior muestra ciertas
grabaciones extraídas ilegalmente entre el exministro de Interior Jorge
Fernández y el Jefe de Anticorrupción en Cataluña, Daniel de Alfonso, en el que
se repite como en una especie de ruta del bacalao, con supuesta intención
informativa, el mismo run-run o fragmento de Trias por los motivos que se
expondrán más adelante.
No se entiende muy bien por qué
alguien se sorprende de que un Ministro del Interior hable de corrupción con un
jefe de anticorrupción, que no olvidemos que fue propuesto por los secesionistas corruptos
de Convergència. ¿No será que al entramado pujolero
le molestó que De Alfonso hiciera su trabajo y no se dedicara a tapar sus
escándalos y malas acciones, como por ejemplo sí hace el síndic de greuges casi vitalicio, Rafael Ribó? Todo es posible,
pero en todo caso: ¿pretenden hacer creer a alguien que solo en España un Ministro del Interior habla con un jefe de anticorrupción? ¿por qué dan a
entender (si no es para salvar el culo a algún corrupto) que no se puede hablar
de personas concretas? (según esa teoría, el Ministro del Interior no podría
preguntar sobre De Juana Chaos o sobre los líderes del ISIS al jefe de antiterrorismo).
Obviamente, que se hable de alguien en concreto no demuestra en absoluto la
existencia de complot contra todo un colectivo, a los que los corruptos siempre
han querido identificar con Cataluña entera, definiendo cualquier cosa que les
afecte como ‘ataques a Cataluña’.
Por eso, dejando de lado los
aspectos de baja calidad técnica, nulas aportaciones a lo que ya sabíamos, y cuestionable
producción, lo que parece claro es que los secesionistas pretenden utilizar este
publirreportaje como prueba incontestable de que todas las acusaciones de
corrupción que siempre han recaído sobre ellos son en realidad producto de una ‘guerra
sucia’, inventada por motivos políticos, que no se corresponde en absoluto con
la realidad. Debe ser por eso que han ordenado a TV3 que pague otra vez el mismo trabajo para poderlo emitir de nuevo este
sábado, y por eso el PDECAT pretende difundirlo como propaganda electoral en
sus mítines a favor del sí a la secesión.
En el publirreportaje se
habla básicamente de cuatro casos relacionados con Cataluña: caso Palau, cuenta
de Mas en Liechtenstein, los Pujol, y Xavier Trias; en el momento que se habla
de Andorra también se cita a Junqueras, pero contra Junqueras nunca se ha
llevado a cabo ninguna acción por lo que no se le puede considerar una
‘víctima’ de esa supuesta ‘guerra sucia’. Respecto a los tres primeros casos
citados, se han demostrado que sí son constitutivos de diversos delitos en
buena medida porque los propios afectados así lo han reconocido, por lo que
también se puede descartar que haya existido ‘guerra sucia’, en el sentido de
inventarse cosas contra ellos.
A los secesionistas, por
tanto, sólo les que quedaba el tema Trias y por eso lo utilizan como hilo
conductor de todo el reportaje, ya que no se le ha podido imputar directamente una
cuenta en Suiza (toda manipulación debe contener algo de verdad para que los
que están dispuestos a creérselo se puedan acoger a algo). De todas formas,
Trias no sale tan bien parado del documental como pretendían los secesionistas,
pues su argumento final es que no ha tenido a su nombre un número concreto de
cuenta y que eso se lo ha certificado el banco suizo UBS, aunque no tener un
número concreto de cuenta a tu nombre no significa que no puedas tener otros, y
también deja abierta la posibilidad de que ese número de cuenta concreto esté a
nombre de alguna sociedad y que esa sociedad esté a nombre de algún testaferro,
como suele pasar en estos casos (de ahí la dificultad de conseguir pruebas
contra los evasores reales de una forma totalmente ajustada a ley). Por otro
lado, parece algo sospechoso que UBS certifique que un no cliente no tiene una
cuenta a su nombre; si no es cliente, no es cliente y punto. No hay nada que
certificar… a no ser que le estés haciendo un favor a tu cliente certificando
tal cosa, y ya se sabe que el servicio principal que ofrecen los bancos suizos
no es guardar el dinero en una caja fuerte sino el anonimato, o impedir que
nadie pueda saber de quién es ese dinero y su procedencia.
Por lo demás, solo recordar
que UBS está acusada de blanqueo de dinero por al menos dos países democráticos
de la Unión Europea, como son Francia y Bélgica, con lo que se concluye que los
únicos capaces de certificar la honestidad de Trias es un banco condenado por llevar a cabo la mayor estafa financiera de la historia y el entramado mafioso
de CDC.
En el publirreportaje
también se intenta dar credibilidad al banco andorrano BPA, una entidad cerrada
por el Gobierno de Andorra a instancias del FBI.
El caso de De Alfonso es
bastante peculiar, pues cabe recordar que fue propuesto para el cargo por los
independentistas de Convergència (reconvertidos en Junts Pel Sí hasta que las
encuestas les sean más favorables y se atrevan a presentarse como PDECAT), y
que en el publirreportaje se le señala explícitamente como posible filtrador de
las grabaciones, que es lo que realmente se considera constitutivo de delito
pues en las altas esferas las grabaciones son habituales, lo que nos llevaría a
concluir que el que fue nombrado por los secesionistas filtró conversaciones con
el ministro para perjudicar a España como Estado, cosa que nos acerca más a las
cloacas secesionistas que a las cloacas de Interior. ¿No es posible que los
secesionistas filtraran las grabaciones para cargarse dos pájaros de un tiro?
La próxima vez que los de la
estelada pretendan manipular a la opinión pública catalana con el fin de excusar
su propia corrupción, tal vez deberían tener la decencia de contratar a un
director que no esté investigado por soborno por el FBI, como es el caso de
Roures, quien ha reconocido tener 3 cuentas en el paraíso fiscal de Singapur a nombre de Mediapro.
Muchas veces, para saber por
qué se hace algo, solo hay que preguntarse a quién favorece. ¿Y a quién ha
favorecido la emisión de Las cloacas de
Interior? Obviamente a Roures y a su productora Mediapro, que han hecho
caja y de paso han echado algo de mierda sobre sus competidores directos, lo
mismo que el diario Público, que ha ganado algo de notoriedad durante cinco
minutos tras haber fracasado siempre; a TV3, que por fin ha conseguido que la
vean alguno más que 3; a los corruptos, que han lavado su imagen con ese mar de
suposiciones sin pruebas, en buena medida ayudados por sus pitbulls y robots en
las redes, y resto de entramado mafioso entendido como ANC, Òmnium Cultural,
etc., que han sido los encargados de poner el grito en el cielo por lo
malísimos que son los que investigan a sus ladrones; y es esos mismos pitbulls,
o perros subvencionados, y al secesionismo moderado que se supone que existe
aunque siempre vote ultra, que por fin creen haber encontrado un argumento para
su causa.
Ya lo dice una de las frases
más comentadas del publirreportaje: ‘El sistema es tan corrupto que expulsa a
los decentes’… y ahí siguen los secesionistas apoltronados en el sistema.
En todas las cloacas hay ratas, sepa-ratas. |
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